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Objetivos generales pastorales

Promover integralmente según los valores del Evangelio, a los futuros profesionales para que sean agentes de cambio en la sociedad. Este objetivo Educativo-pastoral del Instituto exhibe una continuidad temporal que es importante remarcar. Educamos para el futuro porque al mismo tiempo lo hacemos para el presente. Más aún, el objetivo general se comprende cabalmente bajo la clave interpretativa que supone la noción de proyecto de vida. Anhelamos que cada uno de nuestros jóvenes descubra y comience a elaborar su proyecto vital como vocación, en sintonía con los valores y virtudes propias del cristiano.

Promover el desarrollo integral de nuestros alumnos. Educamos y evangelizamos siguiendo un proyecto de promoción integral del hombre, orientado a Cristo, hombre perfecto (GS 41). Nuestro objetivo es formar “honrados ciudadanos y buenos cristianos”. Esto implica colaborar para que nuestros jóvenes descubran que son llamados a ser protagonistas de su propia historia: una historia personal, comunitaria y social.

Suscitar en los adolescentes la convicción y el gusto por los valores auténticos, que los orienten al diálogo y al servicio, siguiendo a Cristo, el Buen Pastor que conquista con la mansedumbre y la entrega de sí mismo, compartimos con los jóvenes el sueño de construir una sociedad nueva, basada en la igualdad, la dignidad, la libertad, la solidaridad y el respeto a lo diverso. Al mismo tiempo, enfrentamos junto a ellos el desafío de encarnar, aquí y ahora, estos valores que vividos auténticamente entrañan un compromiso por la justicia.

Favorecer el desarrollo de los futuros profesionales acompañando a nuestros alumnos para que se inserten en la sociedad actual. Es bueno remarcar que el concepto “profesional” posee aquí un sentido amplio. No sólo designa cierto tipo de estudios sino una actitud concreta que tiene las siguientes notas: la confianza para elegir una carrera o profesión, la preparación intelectual y humana para llevarla adelante y la madurez para ejercerla. Es por eso que en el Colegio Monseñor Terrero creamos un clima donde los adolescentes pueden cultivar la libertad de decidir junto con la responsabilidad que conlleva asumir opciones.

Orientar para que sean agentes de Evangelización en la sociedad: “la promoción, a la que nos dedicamos con espíritu evangélico, realiza el amor liberador de Cristo y es signo de la presencia del Reino de Dios”. Queremos que nuestros alumnos contribuyan a forjar una sociedad más humana, más justa y fraterna, en la que todos, hombres y mujeres, puedan reconocerse como hijos de Dios. Pero esta no es una tarea sólo para el futuro, sino que debe construirse desde el presente. Por eso, creemos conveniente que estos jóvenes crezcan y maduren con una visión humana y cristiana que les permita observar críticamente el mundo y sus estructuras e intervenir en ellos.